The work of César Orrico offers us a transversal look which comprises from the classical paradigm to modernity. A contemporary figuration that fuses originality in depiction together with the fundamental principles of sculpture.
Starting from a naturalistic treatment of the body and through precise and fluid modeling, the artist gradually denudes his works until arriving at a synthesis of form, giving rise to figures endowed with an emotive aesthetic refinement. In this process, we observe a profound knowledge of anatomy, where the human body occupies the centre of César Orrico’s artistic universe; knowledge which is the fruit of the artist’s fascination with anatomical treatises dating from the Renaissance up to the present time.
His work explores diverse formats, ranging from works of a monumental nature through to small scale sculptures full of expressiveness and beauty. Likewise, over time, we find in his work an extraordinary knowledge of the materials used in sculpture, elements which the artist merges with elegance, making them flow together spontaneously in his figures, where the mixture between coldness and warmth creates the strength of each representation.
One of the most outstanding qualities of César Orrico’s works is the sensuality conveyed in the movement of his figures, endowed with a portentous kinetic energy, emanating from the tension contained in the bodies and the hands of his models. The strength and the dynamism of the body in these depictions are in contrast to the serenity of the facial expressions. This duality gives rise to a profound and extremely intense dialogue that seduces observers and leads them to explore the diverse aspects of human experience and the transition between different states of mind.
In essence, César Orrico presents figurative art full of symbolic value where his sculptures transport us to a mystical and spiritual world, in which the rituals of ancient cultures come to life. A world in which man and nature achieve a transcendental and almost magical relationship.
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La obra de César Orrico, nos ofrece una mirada transversal desde el paradigma clásico hasta la modernidad. Una figuración contemporánea que fusiona la originalidad en la representación con los principios fundamentales de la escultura.
Partiendo de un tratamiento naturalista del cuerpo y a través de un modelado preciso y fluido, el artista va despojando sus obras hasta alcanzar una síntesis de la forma, que da lugar a figuras dotadas de un refinamiento estético conmovedor. En este proceso, encontramos un profundo conocimiento de la anatomía, donde el cuerpo humano ocupa el centro del universo artístico de César Orrico, un conocimiento fruto de la fascinación del artista por los tratados anatómicos desde el Renacimiento hasta la actualidad.
Su trabajo explora diferentes formatos, desde obras de carácter monumental hasta esculturas de pequeñas dimensiones cargadas de expresividad y belleza. Asimismo, a lo largo de su obra, encontramos un extraordinario conocimiento de los materiales en la escultura, elementos que el artista fusiona elegantemente haciéndolos confluir de manera espontánea en sus figuras, donde la mezcla entre frialdad y tibieza crean la fuerza de cada representación.
Una de las cualidades más destacadas de las obras de César Orrico es la sensualidad en el movimiento de sus figuras, dotadas de una portentosa energía cinética, que nace de la tensión contenida en los cuerpos y las manos de sus modelos. La fuerza y el dinamismo del cuerpo en estas representaciones contrasta con la serenidad del rostro. Esta dualidad da lugar a un diálogo profundo y de gran intensidad que seduce al observador y le induce a explorar los distintos aspectos de la experiencia humana y la transición entre diferentes estados anímicos.
En esencia César Orrico, nos muestra una figuración cargada de valor simbólico donde sus esculturas nos transportan a un mundo místico y espiritual, en el que los rituales de culturas ancestrales cobran vida. Un mundo en el que hombre y naturaleza alcanzan una relación trascendental y casi mágica.